Nos complace compartir una importante oportunidad para contribuir a una actividad colectiva de promoción de ONG/OSC sobre la crisis alimentaria mundial, en el período previo a la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Esta iniciativa está dirigida a los Estados miembro de las Naciones Unidas que se reunirán para la Asamblea General de las Naciones Unidas de 2022 y consta de dos productos relacionados:
Por favor, no dude en difundir masivamente esta solicitud de firmas a través de sus redes de ONG/OSC. ¡¡Cuantas más organizaciones firmen la carta, mejor!!
Esta iniciativa está codirigida por los miembros del Pacto para la Prevención y Mitigación de la Hambruna, la Campaña ONE y el SDG2 Advocacy Hub
1. Carta abierta a los Estados miembro de las Naciones Unidas,
Estimados Estados miembro de las Naciones Unidas:
«Sin agua ni comida, es una vida sin esperanza. Sobre todo, mis hijos se mueren de hambre. Están a punto de morir. A menos que consigan algo de comida, me temo que morirán». Sumaya, 32 años, madre de cuatro hijos, campamento de desplazados internos en la región de Somalia (Etiopía)
Nosotros, las organizaciones no gubernamentales abajo firmantes XXX que trabajamos con las comunidades más vulnerables y somos testigos de los efectos catastróficos de la crisis
alimentaria mundial sin precedentes que se está desarrollando, les pedimos urgentemente que actúen de inmediato para evitar más sufrimiento innecesario.
Desde Somalia hasta Haití, desde Sudán del Sur hasta Yemen, desde Afganistán hasta Nigeria, la vida de las personas en los contextos más vulnerables está siendo devastada por una crisis alimentaria mundial, alimentada por una mezcla mortal de conflictos, cambio climático, aumento de costes y crisis económicas, agravada por la COVID-19 y el conflicto de Ucrania.
Cincuenta millones de personas están ahora a un paso de la muerte por inanición. Más de 345 millones más de personas sufren el peso aplastante del hambre, luchan por alimentar a sus familias y corren el riesgo de morir.
Detrás de estas estadísticas hay personas reales y la falta de acción tiene consecuencias horribles de vida y muerte reales. Para la mujer que huyó de su país para escapar de la violencia de la guerra y ahora tiene su ración de alimentos reducida a la mitad o suspendida por completo. Para el niño hambriento obligado a abandonar la escuela para trabajar para que su familia pueda comer. Para la joven obligada a casarse que se enfrenta a la explotación sexual y a los abusos. Y para el cuidador que hace el largo viaje para buscar tratamiento para un niño pequeño gravemente desnutrido solamente para descubrir que el centro de salud está cerrado debido a la escasez de fondos.
La comunidad internacional y los gobiernos nacionales están incumpliendo su deber y han dado prioridad a los intereses políticos y económicos por encima del bienestar de los niños, las familias y las comunidades más vulnerables del mundo. A pesar de que los líderes políticos han realizado muchas promesas, en las ciudades, pueblos, aldeas y campamentos de refugiados y desplazados internos donde millones de vidas están en juego, muy poco ha cambiado.
En un mundo de abundancia, dejar que la gente se muera de hambre es una opción de política. Les pedimos a ustedes, como líderes mundiales, que tomen medidas urgentes para detener esta crisis y prevenir crisis futuras. Deben aportar inmediatamente la financiación necesaria para llegar a 50 millones de personas al borde de la inanición para salvar vidas AHORA. También deben apoyar a los países y comunidades vulnerables para que desarrollen su capacidad de recuperación AHORA. Y deben tomar medidas para anticiparse, prevenir y prepararse para crisis posteriores con el fin de asegurar el futuro, incluyendo la provisión de la tan necesaria financiación para el clima, la reasignación de los Derechos especiales de giro y el alivio significativo de la deuda.
Con frecuencia perdemos la oportunidad de evitar que el hambre y las penurias se produzcan al no responder con la suficiente rapidez a las alertas tempranas para salvar vidas, aumentar la resiliencia y realizar las inversiones inteligentes necesarias para abordar de forma sostenible las crisis del hambre a largo plazo. Si la pandemia nos enseñó algo es que la prevención es más humana y mucho menos costosa que esperar para responder. La falta de voluntad política y la incapacidad institucional para actuar con rapidez antes de que los peores pronósticos se cumplan significa que se está dejando a la gente deambular de crisis en crisis. La gente no se está muriendo de hambre; se les está matando de hambre.
Acompañando a esta carta, indicamos una serie de recomendaciones específicas encaminadas a ayudar a resolver la actual crisis del hambre y a prevenir futuras crisis. Estas están respaldadas por ONG de todo el mundo.
Ya hemos perdido demasiado tiempo: las familias con las que trabajamos cada día necesitan que se actúe YA. La vida de millones de niñas, niños, mujeres y hombres depende de las acciones audaces y valientes que ustedes, los Estados miembro de las Naciones Unidas, tomen o dejen de tomar cuando se reúnan en la Asamblea General de las Naciones Unidas en las próximas semanas. No debemos dejar que la gente se muera de hambre ante nuestra mirada. No hay lugar para la hambruna en el sigloXXI .
Firmado
RECOMENDACIONES SOBRE POLÍTICAS
Pedimos a los Estados miembro de las Naciones Unidas que muestren liderazgo político en la crisis alimentaria mundial convirtiendo las promesas en medidas inmediatas. La prevención y mitigación del hambre, ahora y en el futuro, debe ser una prioridad absoluta en la Asamblea General de las Naciones Unidas de este año. Esto significa proporcionar una financiación suficiente, rápida, flexible y plurianual para salvar vidas ahora y la promesa de trabajar de forma colectiva para cumplir los compromisos de alcanzar el hambre cero y acabar con las crisis del hambre de una vez por todas.
Salvar vidas ahora
Aumentar la resiliencia
Asegurar el futuro