"Las cartas de mi patrocinador era lo que más esperaba cuando era niña. Sobre todo cuando sufrí el accidente donde me quemé la cara. Esas cartas venían llenas de cariño y palabras que levantaron mi autoestima y me motivaron a no caer en la tristeza. Hubo alguien que creyó en mí y hoy quiero darle a un niño un mejor futuro."

 "Cada vez que vuelvo a leer estas cartas me acuerdo lo feliz que era cuando llegaban los sobres de World Vision a la casa. Esa misma alegría que sentía yo quisiera que sienta otra guagua. Hasta se me llenan los ojos de lágrimas al recordar lo lindo que se sentía."

“Soy una niña empoderada, justa, equitativa, valiente y segura. Pero no todo el tiempo fue así, hubo un acontecimiento que marcó un antes y un después en mi vida, y es el terremoto del 16 de abril de 2016. A partir de esto, World Vision creó los Espacios Amigables para la Niñez, es allí donde mi vida cambió por completo."