La vida de niños, niñas y adolescentes puede estar en riesgo debido al maltrato infantil en el hogar, una problemática que aumentó debido a la emergencia sanitaria que vive el mundo y las medidas necesarias de aislamiento social. Miles de niños y sus familias deben mantenerse en casa junto a sus agresores y ante la condición, muchas veces de dependencia y del contexto que les impide denunciar, podrían verse expuestos a situaciones violentas por más tiempo.
La crisis causada por la pandemia del COVID19 y sus condiciones de confinamiento aumentan la vulnerabilidad de niños, niñas y adolescentes a la violencia y afectaciones psicosociales.
Las tensiones que atraviesan las familias en asilamiento social, así como la falta de acceso a espacios y servicios de protección, aumentan la posibilidad de que se agudicen los escenarios de maltrato. Desde el 12 de marzo al 16 de abril, el ECU911 recibió 7.954 llamadas por violencia intrafamiliar, con un promedio de 256 llamadas diarias.
El maltrato infantil adopta diversas formas como violencia física, violencia psicológica, abuso sexual, explotación laboral y sexual, desatención o negligencia, hasta incluso llegar a la muerte cuando los niveles de violencia son extremos. La violencia extrema en nuestra región es tal, que cada día 67 niños y adolescentes, entre 10 y 19 años, son asesinados, obteniendo una tasa de homicidio cinco veces superior a la media mundial.
El estudio Situación de la niñez y adolescencia en el Ecuador, una mirada a través de los ODS, elaborado en 2019 por World Vision Ecuador junto a otras organizaciones, reveló que los principales castigos que los niños reciben son: golpes, encierro, baños de agua fría, expulsión de casa, privación de comida, insultos y burlas. Los niños y niñas de menor edad, entre 5 a 11 años, son quienes reciben más agresiones en sus hogares. Además, el estudio señaló que en Ecuador el maltrato infantil también se evidencia en que 3 de cada 10 niños y niñas reciben castigo físico por parte de sus padres y en que 40 niñas entre 10 y 14 años dan a luz cada semana.
“Desde World Vision Ecuador creemos que el cuidado con ternura es una valiosa herramienta que puede poner fin a la violencia contra la niñez en todas sus formas. Con la Tierna Protección eliminamos la naturalización de la violencia como forma de educación y capacitamos para que la revolución de la ternura (el trato con amor y respeto) sea la que genere transformación individual y social para que los niños desarrollen todo su potencial”, expresa José Luis Ochoa, Director Nacional de World Vision Ecuador.
Se requiere que los Estados tomen acciones contundentes ante esta problemática y que las familias impulsen la cultura de la denuncia frente a casos de las que pueden ser víctimas o testigos, pero sobre todo a que sea el trato con ternura la que impulse las relaciones familiares y promueva el crecimiento físico y espiritual saludable de los niños. Es de especial interés de World Vision Ecuador que los niños, niñas y adolescentes permanezcan durante esta emergencia sanitaria en ambientes seguros y que sus protectores garanticen su Cuidado con Ternura.