Desde febrero, World Vision trabajó con 50 mujeres del Centro de Privación de Libertad Pichincha #3. Ellas habitan este espacio con sus hijas e hijos de 0 a 36 meses de edad, quienes son parte del Centro de Desarrollo Infantil Ático, ubicado dentro de las mismas instalaciones. También participaron mujeres en estado de gestación que dará a luz durante su estancia en el centro y sus hijas e hijos formarán parte del mismo sistema educativo.
De ellas, 31 mujeres lograron finalizar el proceso y se certificaron en la metodología de World Vision llamada “Bálsamo de la Ternura”, que es una herramienta que permite asumir heridas o sufrimientos vividos dentro de las dinámicas de desarrollo de niñas, niños y jóvenes, reflexionar sobre ellas y trascender, superando sus causas. Ahora, podrán romper patrones de violencia a través de una crianza con ternura para sus niñas y niños.
“¿Qué es lo que quieren? Fue la primera pregunta que recibimos de una de las 50 mujeres que estuvo presente en la primera sesión de Bálsamo de la Ternura. Cuando las conocimos, sentimos su hostilidad. Estaban a la defensiva. Nadie les había hablado nunca sobre ternura. No entendían para qué les iba a servir esto en su vida. Además, las mujeres viven con sus hijos dentro de la cárcel, por lo que asistían con ellos a las sesiones. Al inicio de los talleres, lloraban mucho los bebés porque sentían las energías tensas del ambiente”, expresa Karina, una de las voluntarias comunitarias de World Vision que apoyó el proceso de formación.
“Con el paso de las sesiones el ambiente de tensión, la hostilidad y los llantos de los bebés cesaron. Ahora que estamos en nuestra quinta sesión, ellas nos reciben con emoción y con cariño. Ellas aprendieron a sanar su pasado para vivir el presente”, comenta Gabriela Godoy, promotora de desarrollo de World Vision en Quito sur.
Entre los cambios más importantes que las formadoras han observado en las mujeres, es que ahora son más conscientes del cariño que expresan hacia sus hijas e hijos y son mucho más activas al escuchar sus necesidades desde el corazón.
Luego de concluir los talleres de formación, las mujeres se graduaron como conocedoras de Bálsamo de la Ternura. La certificación fue un evento donde estuvieron acompañadas por una persona importante para ellas, como muestra simbólica de que la ternura sí se puede aprender y practicar para criar a niñas y niños seguros, amados y protegidos.
“Para World Vision Ecuador este proceso de formación también ha sido transformador, ya que aprendimos a través de la enseñanza, a replicar la ternura para lograr cada vez un mundo con más esperanza”, expresó Esteban Lasso, Director de World Vision en Ecuador, durante el cierre del proceso.
El programa de área de World Vision en Quito sur trabaja para potenciar la crianza con ternura, la educación escolar con calidad, la protección y participación, el fortalecimiento organizacional barrial y la prevención de embarazos en adolescentes. World Vision apoya en todas estas áreas a 3000 niñas, niños y adolescentes y a 2127 familias, de las cuales, alrededor del 35% son hogares con jefatura femenina. Además, 1183 padres, madres y cuidadores fueron capacitados en metodologías de disciplina positiva durante 2022.