- La ONG estima que a los 1.000 millones de niños y niñas ya están expuestos a diversas formas de violencia pueden añadirse 85 millones más, por la concentración de los sistemas y servicios a la atención de la pandemia.
- Millones de niños y niñas expuestos a mayor riesgo de trabajo y matrimonio infantil debido a deterioro económico.
- World Vision urge a líderes nacionales y globales priorizar a la niñez vulnerable para prevenir esta escalada de violencia.
Réplicas – La Tormenta Perfecta, un reporte publicado por la organización humanitaria y basada en la Fe, World Vision, revela que hasta 85 millones de niños y niñas podrían sumarse a las filas de víctimas de violencia física, emocional y sexual en los próximos tres meses, en el marco del confinamiento vigente para prevenir el contagio del COVID-19.
La ONG hace un llamado a los líderes a revisar las políticas nacionales y prioridades de financiamiento para vigilar y prevenir la violencia en contra de la niñez y evitar sus devastadores efectos.
En promedio, se estima que 1.000 millones de niños y niñas experimentan alguna forma de violencia cada año; no obstante, esta pandemia está exacerbando vulnerabilidades que incrementan el riesgo de violencia no reportada.
Andrew Morley, Presidente de la junta de World Vision Internacional afirmó que “sabemos de experiencias amargas que devienen de una crisis y que potencian los riesgos de violencia contra la niñez. La epidemia del Ébola lo demostró y ahora estamos presenciando los graves efectos que las medidas de cuarentena y aislamiento necesarios para controlar la pandemia están teniendo sobre la seguridad y bienestar de los niños y niñas”.
“Creemos que aproximadamente 85 millones de niños y niñas podrían estar en riesgo. Por ello urgimos a los líderes globales y nacionales priorizar la protección de la niñez, es un derecho que les corresponde y no hay que descuidarlo mientras prevenimos y limitamos el contagio del COVID-19”.
Réplicas- La Tormenta Perfecta revisa información de los programas de prevención de violencia doméstica de World Vision a nivel global y analiza el incremento en las líneas telefónicas de ayuda en el marco de crisis previas. Al analizar el comportamiento de la asistencia oficial para el desarrollo, World Vision halló que menos 0,6% del gasto total en ese rubro se destina a eliminar y prevenir la violencia en contra de la niñez.
“Conforme el coronavirus avanza, millones de personas se refugian en sus casas para prevenir. Desafortunadamente, el hogar no es un lugar seguro para todos, pues muchos miembros de la familia deben compartir ese espacio con la persona que abusa de ellos. Las escuelas, los centros comunitarios no pueden proteger a los niños y niñas como solían hacerlo, en esta circunstancia. Como resultado, nuestro reporte muestra un alarmante incremento de casos de abuso infantil a partir de las medidas de confinamiento.
En abril, por ejemplo, la evaluación mensual de Bangladesh compilada de una serie de fuentes –incluida World Vision- menciona que las palizas o castigos físicos por parte de los padres o cuidadores aumentaron 42%, que las llamadas a las líneas telefónicas de ayuda se incrementaron en un 40% y que la mitad de los entrevistados señalan que la seguridad de las niñas es un factor de preocupación en el marco del confinamiento”, afirmó Dana Buzducea, Líder Global de Advocacy de World Vision.
Además de las amenazas de abuso infantil, World Vision prevé que habrá un incremento de matrimonio infantiles y de explotación laboral, como resultado del deterioro de las condiciones económicas de las familias durante la pandemia.
“Recientemente, se estimó que habrían 13 millones de matrimonios de niñas a lo largo de la próxima década, como resultado de la pandemia del COVID-19, y adicionales a los 150 matrimonios de niñas que ocurrirían en ese periodo de manera regular. Nuestra experiencia demuestra que los impactos secundarios de una crisis se magnifican en los años inmediatamente posteriores. Potencialmente, veremos cuatro millones de niñas casadas en los próximos dos años”, agregó.
La semana anterior, World Vision expandió su respuesta a la emergencia del COVID-19 a un programa por US$350 millones enfocado a dar ayuda a los más vulnerables del planeta y prevenir los impactos secundarios e inmediatos de la pandemia. Este ambicioso plan movilizará a 37.000 colaboradores, 400.000 líderes de organizaciones de base de fe y 220.000 trabajadores de la salud en 70 países, para amplificar el apoyo en prevención y alivio de los efectos de la pandemia.
En Latinoamérica, World Vision ya ha alcanzado a través de su respuesta a más de 4 millones de personas, incluyendo a más de 1,3 millones de niños y niñas con ayuda directa. Las campañas informativas y de sensibilización para la prevención del COVID-19 han llegado a más de 15 millones de personas en los 15 países de la región en donde opera la organización.
Además de asegurar el acceso a nutrición, salud y medidas de saneamiento para la población más vulnerable, World Vision Latinoamérica está trabajando en programas encaminados a brindar medios de vida que aseguren la satisfacción de las necesidades básicas de las familias de manera sostenible, afirmó Joao Diniz, Líder Regional de World Vision.