Según el INEC, a diciembre de 2020, 2 de cada 10 ecuatorianos cuenta con un empleo adecuado. Estos datos evidencian el deterioro en el mercado laboral debido a la situación que venía arrastrando el país y que se incrementó con la pandemia. Youth Ready es el programa de World Vision que busca revertir estas cifras y dar esperanza a las y los jóvenes de comunidades rurales y urbanas marginales vulnerables del Ecuador.
El pasado 9 de abril, Túpac Bonilla de 19 años, originario de Cotacachi, provincia de Imbabura, se graduó del Programa Youth Ready de World Vision Ecuador, que tiene la finalidad de generar oportunidades de empleo, educación y formación vocacional, a través de pasantías y charlas de motivación. Durante 6 meses, que dura la primera etapa netamente formativa, Túpac y 35 jóvenes identificaron, planificaron y construyeron su proyecto de vida que es la herramienta que les permitirá proyectarse hacia el futuro.
Yoselyn Ipiales de 24 años, facilitadora y voluntaria del programa, explicó que al inicio muchos jóvenes se mostraban renuentes al proceso. “En nuestras comunidades las voces de las y los jóvenes no son escuchadas, se impone el criterio de los adultos; y, por eso, los chicos no tenían muchas expectativas. Con el tiempo, fueron notando que este no era solamente un curso, sino que las charlas y los proyectos planteados partían de sus experiencias y sus criterios. Las y los participantes debían aportar con sus opiniones, dar soluciones desde sus conocimientos y todo era válido. Así que, fuimos ganando su confianza y, lo más importante, tienen esperanza en su futuro”, explica Yoselyn.
Durante la ceremonia de graduación se presentaron algunos testimonios entre ellos el de Flor Bonilla de 20 años. Flor, al igual que muchos de sus amigos, dio la prueba “Ser Bachiller” del Ministerio de Educación del Ecuador para obtener un cupo para la universidad, lastimosamente no aprobó y decidió buscar un trabajo. “Cuando eres muy joven tienes la ilusión de tener una carrera universitaria y cumplir tus sueños, pero en mi caso al primer intento se me acabaron las esperanzas. Mis padres no pueden pagarme la carrera, así que mi expectativa era ir a una universidad pública. Después de recibir el resultado, me decidí por buscar un empleo, pero sin experiencia ni conocimientos nadie te quiere contratar. En ese momento, tuvo muchas presiones y desesperanza, de verdad veía que no había oportunidades. Hasta que un día un grupo de voluntarios de World Vision llegó a mi casa y me hablaron de Youth Ready, en ese momento vi una oportunidad, pedí permiso a mis papás y después de algún tiempo hoy me estoy graduando” nos dice mientras se nota su sonrisa detrás de la mascarilla. “El siguiente paso es prepararme para sacar buenas notas en el examen y seguir mi profesión”. Junto a Flor 22 chicas y chicos del grupo de graduados se decidieron por continuar con sus estudios universitarios, diez por emprender y tres por obtener un empleo.
A la ceremonia también asistió Gloria Sánchez, una joven lideresa de 25 años que participó en una anterior promoción de Youth Ready y cuenta que hoy está realizando prácticas pre profesionales no remuneradas en una cooperativa de su ciudad en el área de Marketing, donde está aprendiendo mucho. “Para mí, tener un empleo digno no es solo un triunfo personal. Cuando alguien en una familia rompe con el círculo y el paradigma de no ser merecedores de un mejor futuro se está dando una oportunidad para que toda la familia y a la comunidad crea en que se pueden alcanzar las metas que uno se plantea y luche por ellas”. Gloria también tiene en su mente un proyecto de emprendimiento, que es la creación de un centro de saberes ancestrales. “En mi comunidad hay varias mujeres parteras que conocen de las bondades de la medicina ancestral (en base a plantas, raíces y esencias). En mi familia también hay varias generaciones de quiroprácticos y conocemos de los masajes, así que a futuro quiero concretar ese sueño. Además de transmitir este conocimiento de generación en generación, creo que es una alternativa para las personas que no se pueden hacer atender con la medicina tradicional. Muchas familias en mi comunidad viven con menos de un dólar diario, por ese motivo no pueden ir al médico para que les revisen si tienen una complicación en su salud, así que quiero darles una alternativa”, concluye Gloria.
Daniel Peralvo, Coordinador de Proyectos de Educación de World Vision explicó, que “el objetivo de Youth Ready es ayudar a mejorar las condiciones económicas de jóvenes en situación de vulnerabilidad. Después de este proceso de aprendizaje, las y los jóvenes han fortalecido habilidades blandas y saben que quieren hacer en su futuro y nuestro compromiso es darles el acompañamiento para ver concretados sus planes de vida. Pero este trabajo no lo podemos hacer solos, por eso estamos constantemente en la búsqueda de socios de la empresa privada que crean en estos jóvenes y les den una oportunidad de empleo, en donantes que quieran apoyar en educación o en inversores que impulsen con capital semilla a los proyectos”. Peralvo comenta que durante el 2020 World Vision capacitó en modalidad virtual a 321 jóvenes debido a las restricciones por el Covid-19 y que la meta para el 2021 es capacitar a 700 mujeres y hombres jóvenes vulnerables y mejorar sus habilidades vocacionales y técnicas, de mercado y que sean sensibles al género.